Falta de funcionalidad: En julio de 2022, la piscina perdió la sede de un torneo nacional de natación debido a la falta de funcionalidad, lo que indica problemas operativos significativos.
Entrega provisional: En febrero de 2020, la piscina se entregó provisionalmente a la Gobernación de Oruro, lo que sugiere que no se encontraba en pleno funcionamiento en ese momento.
Problemas financieros: Se informó que la falta de pago de una planilla de más de seis millones de bolivianos fue un problema en la gestión de la piscina.